Como CFO a tiempo parcial, es común que nos pidan consejos sobre cómo convertirse en director financiero en una empresa. No existe, por supuesto, un camino típico ni un recorrido predeterminado, pero algunas tendencias suelen repetirse.
Al final, es un camino apasionante que requiere una combinación de habilidades técnicas, gerenciales y estratégicas. A continuación, se presentan algunos pasos clave para lograrlo.
1. Adquirir una sólida formación académica
La base de toda carrera exitosa en finanzas comienza con una formación sólida. Un título en finanzas, contabilidad, gestión o economía suele ser un requisito. Según un estudio de la Asociación Nacional de Directores Financieros (DFCG), el 80 % de los CFO en Francia son graduados de una gran escuela de negocios o ingeniería [1].
Por mi parte, tengo un recorrido atípico, ya que provengo de una formación en contabilidad/experticia contable. Por lo tanto, tenía una base muy sólida en ciertos ámbitos técnicos, pero también algunas lagunas que tuve que completar posteriormente, especialmente en la visión empresarial de una compañía. Lo interesante de este puesto es que cada perfil tendrá un recorrido singular que necesariamente deberá complementarse con experiencia profesional o incluso con másteres especializados en Finanzas para comprender los desafíos financieros de una empresa.
2. Desarrollar una experiencia técnica y estratégica
El camino hacia el puesto de CFO requiere dominar una variedad de habilidades que van mucho más allá de la simple experticia contable. Por supuesto, una sólida comprensión de los fundamentos sigue siendo esencial:
- Contabilidad general y analítica
- Análisis financiero profundo
- Fiscalidad empresarial y optimización fiscal internacional
- Tesorería y gestión de flujos financieros
- etc…
Si bien nada es posible sin estos requisitos previos, el CFO deberá dominar necesariamente:
- El financiamiento de la empresa: Sea dilutivo o no dilutivo, el CFO desempeña un papel crucial en la estructuración financiera de la empresa. Debe ser capaz de gestionar operaciones de aumento de capital, negociar con inversores potenciales y establecer estrategias de financiamiento adecuadas.
- Las operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A): Es necesario tener una comprensión profunda de los procesos de due diligence, valoración de empresas y negociación para gestionar eficazmente las operaciones de crecimiento externo.
- El management de equipos: El CFO debe organizar su departamento en proyectos y ser capaz de liderar un amplio equipo de profesionales.
- Pilotaje de la performance y business partnering: Más allá del control de gestión tradicional, el CFO moderno debe ser un verdadero socio estratégico para los operativos, capaz de analizar los datos financieros y operativos para orientar la toma de decisiones.
- Ser un “cuchillo suizo“: Es difícil enumerar todas las habilidades requeridas para la función, ya que el rol puede ser variado dependiendo de la actividad. El CFO deberá ser competente en la gestión de riesgos y la conformidad, la innovación financiera y digital, la RSE y la sostenibilidad, etc…
La lista está lejos de ser exhaustiva, y estas competencias se adquieren con la experiencia. También dependen del tamaño y sector de la empresa objetivo, lo que condiciona en gran medida la naturaleza de la misión del CFO.
3. Adquirir experiencia en diferentes sectores y tamaños de empresas
Para el puesto de CFO, suponiendo una fuerte experiencia en numerosos sectores, generalmente se recomienda acumular diferentes experiencias profesionales significativas en distintos sectores. Esta tendencia está confirmada por una reciente encuesta de Michael Page que indica que en 2024, el 60 % de los CFO han trabajado en al menos tres sectores diferentes antes de alcanzar este puesto [2]. Esta diversidad de experiencia es esencial ya que permite desarrollar una visión global de los desafíos financieros en diferentes contextos.
Hace 15 años, los perfiles financieros privilegiaban un inicio de carrera en grandes firmas de consultoría tipo Big 4 (o similares) que tenían la ventaja de permitir ver numerosos casos prácticos, así como una excelente formación para adquirir rigor financiero y una fuerte capacidad de trabajo. Estas trayectorias son hoy menos atractivas para la nueva generación, quizás más en “búsqueda de sentido” en su entorno profesional.
Por mi parte, comencé mi carrera en una firma de auditoría exigente (Mazars) que fue una excelente escuela y un acelerador de carrera. Luego alterné puestos de responsabilidad en diversas empresas, desde un grupo de startups (40M€ de facturación) hasta una consultora internacional (400M€ de facturación).
Es, en mi opinión, el factor más importante. Es necesario adquirir competencias y darse tiempo para llevar a cabo proyectos.
4. Desarrollar habilidades de gestión y liderazgo
Un CFO no es solo un experto técnico. También debe ser capaz de dirigir un equipo, comunicarse eficazmente con otros departamentos y participar activamente en la estrategia de la empresa.
El desarrollo de estas soft skills puede hacerse a través de:
- La toma de responsabilidades progresivas en la gestión de equipos
- Formaciones en gestión y liderazgo
- Participación en proyectos transversales dentro de la empresa
5. Mantenerse al día con las evoluciones tecnológicas y regulatorias
El mundo de las finanzas está en constante evolución. Según un estudio de PwC, el 86 % de los CFO considera que dominar las nuevas tecnologías es crucial para su papel [3]. Por lo tanto, es esencial:
- Formarse continuamente (certificaciones profesionales, seguimiento regulatorio)
- Comprender los desafíos de la transformación digital (IA, blockchain, big data)
- Anticipar los cambios regulatorios (normas IFRS, regulaciones fiscales)
6. Cultivar su red profesional
Finalmente, no subestime la importancia del networking. Únase a asociaciones profesionales como la DFCG o grupos de networking especializados como CFO Connect, Finpal, El Círculo de CFO… participe en conferencias y mantenga sus relaciones profesionales. Una red sólida puede abrir puertas y mantenerlo informado sobre oportunidades.
Convertirse en director financiero es un camino exigente pero gratificante. Requiere paciencia, perseverancia y una constante voluntad de aprender y evolucionar. Si te apasionan los números y la estrategia empresarial, es un camino que puede ofrecerte una carrera satisfactoria y llena de desafíos.
Fuentes:
[1] DFCG, “Barómetro del Director Financiero”, 2023 [2] Michael Page, “Estudio de remuneración de las funciones de Finanzas y Contabilidad”, 2024 [3] PwC, “Global CFO Pulse Survey”, 2023